domingo, 13 de enero de 2008

El presidente Fernández elogia la participación de los Delgad@s de la SEE.

El presidente Leonel Fernández ha reiterado su apoyo al Modelo Internacional de las Naciones Unidas de la Secretaría de Estado de Educación, enfatizando que es uno de los instrumentos didácticos más innovadores y provechoso, para que los jóvenes descubran su vocación de liderazgo y puedan contribuir en la solución de las problemáticas que puedan confrontar sus comunidades.


A juicio del primer mandatario de la nación, entiende que la inversión en el Programa Modelos de las Naciones Unidas, garantiza el que la República Dominicana pueda tener una sociedad mucho más competitiva y adecuada a los nuevos tiempos. Estas expresiones de motivación y apoyo a los modelos de Naciones Unidas, las pronuncio el presidente en un encuentro con los estudiantes que representaron a la Secretaría de Estado de Educación en la Conferencia Internacional de las Ameritas (CILA) 2007, el presidente le concedió a los jóvenes la oportunidad de fotografiarse con él y les firmo los diplomas de reconocimiento que recibieron algunos de los estudiantes que obtuvieron distinciones por su desempeño durante la conferencia.

Observaciones sobre el libro "Clases Sociales en la República Dominicana"

Bosch líder, Bosch escritor, Bosch sociólogo, ¡si, sociólogo! Sus aportes al estudio de las clases sociales en la República Dominicano, han permito que en el presente se pueda entender en cierto modo la com0plejidad de la formación de un sistema sin igual, que reúne características muy particulares que la hacen a su vez súper especial. Quizás Bosch no sea un sociólogo de profesión, pero sus experiencias sobre el comportamiento de los dominicanos y su relación con su entorno, lo hacen un especialista innato, que logró definir los niveles sociales de acuerdo a la realidad de cada individuo.

Con llanas palabras y descripciones sencillas hace una valiosa tesis de las clases sociales en la República Dominicana, logrando definir entre una serie de condiciones, el verdadero dominicano, la identidad de un pueblo que en su mayoría está compuesto por una amplia clase humilde, que pertenece a la clase que el profesor Bosch denomina, como la pequeña y muy baja burguesía.

El profesor hace varias comparaciones con otras sociedades, europeas y americanas, a fin de que el lector pueda verse en el espejo de otros países más o menos adelantados que el nuestro. Según va el progreso de la lectura se descubren nuevas definiciones, como la de la pequeña muy baja burguesía, la cual solo existe en un país del tercer mundo, como el nuestro, donde esta clase no se define como un ente social, pues no se considera como un sector que aporte productivamente al desarrollo del país, sino que sus labores no organizadas, corresponden a su nivel de educación y a su poder adquisitivo, que debido a su mediocridad resultan ser el sector mayor marginado desde el punto de vista social.

Resulta muy curioso cuando el profesor alude sobre el “Tiguere” que de acuerdo con él, este proviene de la clase baja muy baja clase burgués, en cual el individuo no aprende nada positivo, no más que lo mucho o poco que le puede enseñar la calle, sin embargo tampoco existe voluntad por parte de la sociedad para educar a un sector marginado, pues por considerar que el mismo no suple a la producción nacional, es ubicado en el último peldaño de la pirámide social, pues sus servicios no son indispensables, ya que cualquiera los puede sustituir en determinado momento. Quizás esta hipótesis que bien plantea el profesor Bosch, se debe a que la alta burguesía, nunca se preocupo por invertir sus capitales en el desarrollo de industrias manufacturero, entendió que era más fácil adherirse a un sistema menos complejo en el que en vez de emplear a grandes masas, era mejor hacer pequeños talleres o negocios, en el que se tuviera control de sus empleados y pudiera extraer las ganancias simplemente necesarias para subsistir su medio de producción, sin la idea de expansión.

Es lamentable que la mayoría de la población de la República Dominicana, no se le permita educarse y nadie haga nada por cambiar esa realidad, resulta que si nos fijamos en la diferencia que existe entre las sociedades europeas y la nuestra, con las cuales el profesor Bosch hace algunos ejemplos, nos daríamos cuenta de que los que pertenecen a la clase baja muy baja, no tienen probabilidad de superarse o cambiar de estatus, pues las facilidades limitas o inexistentes, hacen de sus vidas un viacrucis por la supervivencia.

En lo particular me llama mucho la atención cuando Bosch compara una mujer obrera y una empleada domestica, considera el que la ultima no es un ente social, no puede ser independiente en sus ideales, es decir, su oficio no genera plusvalía, ya que ella conoce el destino de lo que produce, esta premeditado todo lo que ella hace, para y como lo hace, esto se diferencia en la mujer obrera, la cual pertenece al proletariado y si es un ser social, lo que produce no sabe para quién es, su finalidad es generar plusvalía a la sociedad, esta se considera independiente desde el punto de vista ideológico, no puede ser persuadida por su patrono ya que por lo único que fue contratada fue para explotar su fuerza laboral.

Es muy claro lo que plantea Bosch, es una verdad incomoda, pero muy real, su sabiduría nos ayuda a comprender a través del libro Clases Sociales en la República Dominicana, sobre la importancia de conocer la sociedad en sus diferentes vertientes, lo vital que es saber, que para que una sociedad capitalista se desarrolles es necesario cultivar la productividad y hacer que su estratificación social salga adelante y se de una equitativa distribución de las riquezas.